Descripción
Sancho se asienta en lo que fue el bar de copas El submarino, local de moda de los años 70, que concentraba el glamour de la ciudad. A través de sus muchos años de trabajo como café- restaurante, se ha consolidado con una amplia y variada clientela. La cocina de Sancho se inspira en la cocina andaluza y mediterránea. Productos de primer nivel en una cocina tradicional. Situado en el corazón de la ciudad, la calle Las Tablas nº 16, este negocio lleva dando que hablar casi 30 años por su buen hacer para con sus clientes gracias a su buen trato y apuesta por la variedad. Ofrece copiosos desayunos, juego variado de tapas renovando su bandeja a diario así como nutridos platos a la carta tanto en comidas como en cenas. Un amplio y bien utilizado espacio en el que se encuentran a diario los maletines y corbatas con las mochilas universitarias, claro ejemplo de la versatilidad de su servicio. Negocio familiar, ahora gestionado por los hijos de sus iniciadores, que dio un giro hacia el modernismo culinario y decorativo hace más de una década. Han sabido combinar la esencia de los fogones de aquí con las influencias de la cuenca andaluza imprimiéndole una atmósfera hogareña, cercana, pero con una mirada más moderna y juvenil. Entre sus especialidades a la carta, el visitante se encuentra con verdaderas exquisiteces como las caseras Croquetas de jamón y pollo, Croquetas de morcilla y manzana, el Pastel de atún en salsa nazarí, Tataki de salmon, Gazpacho y Salomorejo, así como las Delicias de pollo al oporto, Churrasco de pollo a la menta, Arroz con Bogavante, Presa iberica a la Andaluza. Si a esto se le une, una delicada y pormenorizada selección por carnes de la mejor procedencia peninsular trabajadas a la brasa de antaño, la selección se hace cuanto menos apetecible. Para el tapeo, destacar la paella, las migas con torreznos así como unas patatas a la pobre con el sabor al fogón de la tierra, bocaditos de pringada, Serranitos. Abierto de manera ininterrumpida desde las 7 de la mañana hasta la 1 de la madrugada, siempre con un buen servicio, este enclave se ofrece como una alternativa para todo tipo de bolsillos y públicos. La cordialidad y la cercanía con el cliente se hace patente desde la entrada en sus entrañas. Además, su apuesta por los vinos también es uno de sus atributos apostando por buenas bodegas de la provincia así como de distinguidas bodegas nacionales. En definitiva, un pragmatismo culinario revestido de una filosofía de trabajo que tiende la mano al comensal desde la primera mirada.